Diario Jaén:Martos, fiel a la tradición

10 de Diciembre de 2013

Los marteños no sabrían concebir su vida sin el olivar. Presumen de ser los mayores productores de “oro líquido” del mundo y reciben cada campaña de una forma especial: con la XXXIII Fiesta de la Aceituna, una celebración que sirve para honrar a este preciado fruto. La maquinaria resonaba en los campos. Mientras que cientos de trabajadores cogían aceituna, Martos daba la bienvenida “oficial” a la campaña. Primero, en el teatro Maestro Álvarez Alonso. Allí, ante la presencia de autoridades políticas, representantes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local y vecinos en general, la directora de los laboratorios CM Europa, Rosa María Marchal, rindió su particular homenaje al olivar. La pregonera, presentada por su amiga Encarna Hurtado, recordó que lo que Martos homenajea cada 8 de diciembre es a “su bien más preciado”, lo que nadie “se puede llevar pos intereses económicos”. Tremendamente emocionada, habló de su infancia y de su familia, muy vinculada al olivar; de sus estancias en León y en Córdoba y de su regreso a la ciudad marteña. Pero, sobre todo, esta especialista dio una lección sobre el sector, acerca del que profundizó en su carrera de Ciencias Químicas y, después, en el laboratorio. Rosa Marchal resaltó que la palabra “aceite” viene del árabe y significa “zumo de aceituna”, aunque se llame “aceite” a toda grasa vegetal y animal. Llamó a apostar por la calidad del fruto y a defenderla. “Como en cualquier zumo, la calidad depende del estado en que esté la fruta”, dijo, para lo que diferenció el virgen extra de excelencia, el virgen o el lampante. La pregonera pidió, además, que se luche para que el consumidor asocie el “oro líquido” de Martos con la excelencia y que, con este producto, haya una cultura equivalente a la que existe alrededor del vino.

La Fiesta de la Aceituna contó, además, con la participación de la Agrupación Maestro Soler, que interpretó partituras como “El Olivarito”, un himno para Mora (Toledo); “Fiesta de la Aceituna”, de Felipe Moral; “Olivar Tuccitano”, un pasodoble del joven Alejandro Huete que se estrenó ayer en el teatro, y los himnos de Martos, Andalucía y España. Estos últimos se interpretaron, también, en la ofrenda floral al monumento a los aceituneros, que sirvió de reconocimiento a los hombres y las mujeres que trabajan cada cosecha y viven del olivar. Tras este acto el recinto ferial se convirtió en un hervidero de gente. Voluntarios de Protección Civil participaron en el reparto de ocho mil hoyos —pan, aceitunas, bacalao y botella de agua— que empaparon con aceite de oliva marteño, mientras que los maestros de almazara extrajeron “el primero” de la campaña. Lo hicieron mediante el sistema antiguo, como manda la tradición. La masa de aceituna se volcó sobre los capachos, poco a poco, hasta prensarla para obtener el “oro verde”. Una vez terminada la elaboración, una traca de cohetes anunció que la cosecha —ya sí— se podía dar por comenzada.

Una campaña que se verá marcada, con seguridad, por la ausencia de precipitaciones. Así lo indicó la delegada territorial de Agricultura y Medio Ambiente, Irene Sabalete, quien explicó en su visita a la XXXIII Fiesta de la Aceituna que, desde hace algún tiempo, existe un único aforo —antes se avanzaba el segundo en esta celebración—, con un margen de error del diez por ciento. “Con las condiciones meteorológicas del último mes creemos que esta vez la horquilla irá a la baja”, dijo. Además, la delegada recordó la importancia que tiene la cosecha para la provincia, puesto que, añadió, se darán más de 6,7 millones de jornales. Sabalete apuntó que la Junta apoya al sector con ayudas para la modernización de almazaras o el arreglo de caminos rurales. Asimismo consideró que es hora de que Jaén, líder en producción, avance más en comercialización.

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