Noticia IDEAL:Comienzan las obras de emergencia en la iglesia de San Lorenzo

28 de Agosto de 2013

Noticia IDEAL:Comienzan las obras de emergencia en la iglesia de San Lorenzo


Cumpliéndose los plazos establecidos y anunciados por la Fundación Huerta de San Antonio, las obras de urgencia previstas en la iglesia de San Lorenzo comenzaron oficialmente ayer lunes. Diferentes técnicos y responsables de la empresa constructora a la que se han encargado las labores visitaron el edificio para tomar las últimas decisiones y durante hoy martes estarán allí los operarios montando los andamios y descargando materiales necesarios.

Esta intervención de emergencia tiene un presupuesto de 240.000 euros aportados a partes iguales por la Fundación Huerta de San Antonio y el Obispado en base al acuerdo firmado hace unos meses en el cual se comprometían a intervenir para garantizar el mantenimiento del edificio y frenar su deterioro. Aunque el plazo temporal marcado es mayor, la empresa Sobaherfe, que es la misma que actualmente trabaja en el hotel de cinco estrellas que se está habilitando en el Palacio de los Condes de Guadiana de Úbeda, se ha comprometido a entregar la obra en tres meses.

Lo que más preocupa es la intervención en las cubiertas, pues su estado es bastante precario, tal y como han confirmado los técnicos responsables de la actuación. La idea es acometer su consolidación antes de que comience el periodo de lluvias, pues ello complicaría los trabajos en el exterior. Y para los próximos días se está planificando una visita institucional con responsables del proyecto y autoridades que servirá para presentar públicamente el inicio de las obras.

Rehabilitación estructural

Tal y como explicó en días pasados el arquitecto ubetense José María Martos Leiva, encargado de redactar el proyecto, lo que ha comenzado ahora es la fase de rehabilitación estructural urgente. Se trata de las obras de emergencia pactadas por la Fundación Huerta de San Antonio y el Obispado cuya culminación marcará el inicio de la cesión del templo por 50 años (renovable por periodos de 10 años de mutuo acuerdo). A partir de ese punto de partida se empezará a reflexionar sobre la utilización del edificio y se comenzará a pensar en la fase posterior, que consistirá en la adecuación funcional que definan sus promotores, la cual será posible una vez que se busquen los fondos económicos necesarios.

De esta forma, las obras actuales buscarán la conservación de la iglesia para garantizar que ésta se mantenga en pie y protegida del agua y la humedad. Esta fase arquitectónica pretende consolidar principalmente la estructura vertical, es decir, la reparación de muros y pilares que se encuentran muy afectados, puesto que hay numerosos agrietamientos graves, además de otras fisuras de carácter algo más suave, que promueven el mal estado de conservación. Todo ello conjugado con la estructura horizontal, como son los forjados o los artesonados, consiguiendo así realizar un trabajo en conjunto que ofrezca garantías de estabilidad.

Las cubiertas, lo peor

Con todo esto resuelto, llegaría el turno de actuar en la cubierta, es decir, en la tapa del edificio que, según explicó el arquitecto, en estos momentos es la parte que manifiesta una mayor situación de ruina. Bajo esta línea, se procederá a realizar una sustitución en la nave, cuyo cuerpo constituye una cubierta de madera con teja curva árabe antigua. «Vamos a ser totalmente respetuosos con los materiales que permanecen, que serán recogidos para restituirlos en su momento», subrayó Martos Leiva, añadiendo así que el sistema constructivo que va a emplearse será el mismo que el existente, ya que este es el criterio que comporta la rehabilitación y que se adhiere igualmente a las exigencias de Cultura. Ejemplo de ello son las cerchas de madera que van a utilizarse, simulando a las que había y a las que resisten pobremente, pero de manera fiable, y mejorando sus características.

En cuanto al adarve, donde el Ayuntamiento ya acometiera obras dejando hecho un tramo de cubierta, la intervención ahora va a ampliar esa medida, pero siguiendo por el quiebro de la muralla, donde lo único que resiste son dos muros a la espera de otra cubierta, cuyo antiguo volumen será regenerado para habilitar unos pequeños miradores con vistas a las huertas del sur. «Aprovecharemos la ocasión para hacer un espacio interior pero con la posibilidad de apreciar las perspectivas que hay desde ese punto», explicó Martos Leiva.

Asimismo, será repuesta la parte de la cubierta del anexo de vivienda de la iglesia destinado a la sacristía y que linda con el patio posterior, que ya fue motivo de ruina hace unos días. Y con respecto al presbiterio, éste no será objeto de una sustitución completa, pero casi. 

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